SE TRIPLICAN EN DOS AÑOS LOS CATALANES QUE SUFREN CARENCIA DE ALIMENTOS

Millón y medio lo pasan mal para comer. El Banc dels aliments busca 7.000 voluntarios para repartir 800.000 kg de comida.

El número de personas que sufren carencias alimenticias en Catalunya se ha triplicado en
dos años, especialmente en el área de Barcelona, la más poblada. En 2.009 había medio millón,
mientras que ahora ya son cerca de un millón y medio, según la Fundació Banc dels Aliments.

Hace dos años, entre los más necesitados, había sobre todo inmigrantes y gente mayor con
pocos ingresos. Ahora, cada vez hay más autóctonos en paro y muchos niños. "Debemos
comprometernos todos para solucionarlo", anunció ayer el presidente de la entidad, Antoni Sansalvadó.

Por ello, la Fundació organizó una recogida de alimentos en mercados y supermercados de Catalunya. Su objetivo era recolectar 800.000 kilos de alimentos de primera necesidad y de alto valor nutricional, el doble de lo acopiado en 2.010.

14 millones de alimentos son los que esperaban poder distribuir este año entre las entidades sociales catalanas con las que colaboraba. "No se trata de una recolecta del Banc dels Aliments, según su responsable, sino de la sociedad catalana. Además, el índice de pobreza sigue creciendo, alertó Laia Guinjoan, corresponsable de esta acción.

Esta fundación, que cuenta con el patrocinio de la Obra Social de la Caixa para su publicidad, sólo
se plantea una acción asistencial y puntual para luchar contra los hechos que provoca la injusticia
económica en Cataluña. Ni palabra de luchar contra las causas, y aunque reconocen que la gente
no suele colaborar en tiempos de crisis, se atreven a solicitar la colaboración ciudadana argumentando que "luchan contra el hambre de aquí y ahora". Incluso emplean terminología cristiana en el sentido de "no es cuestión de dar sino de darse", para captar el tiempo libre de los miles de voluntarios que necesitan para esta campaña.

Pero la realidad es que esta fundación lleva más de 24 años repartiendo a los más necesitados, a
través de 500 entidades sociales los alimentos que, al no poder vender, les donan productores y
distribuidores. Además, emulando iniciativas que llevan a cabo otros países europeos, la fundación decidió hace 3 años organizar su primera gran recogida anual entre particulares.
Mientras no se luche institucionalmente contra las causas, no sirve de mucho el trabajo institucional únicamente sobre los hechos.