Llama la atención vivir en un pais saqueado camino del
precipicio y que aun haya personas que vivan "ajenas" a la caida. ¿Es
su enajenaci6n un síntoma del miedo disciplinario del paro?
En medio del derrumbe, rescatando desahuciados, empaquetando
miles de kilogramos de alimentos, miles de almas entregan horas de sus vidas a
combatir el dolor ajeno.
Al mismo tiempo, otras trabajan unidas en multitud de
proyectos cooperativos, se publicitan gestos generosos como el propietario que
alquila viviendas por 50 euros y tele-maratones varias que convocadas por el
espíritu de la Navidad¬Solidaridad, nos piden que pongamos la mano en el
bolsillo. ¿Qué más se puede hacer?
En realidad, la pregunta debería formularse en otros
términos, ¿qué debemos hacer? Nadie debe morir de hambre, de sed, de
enfermedades con cura, de una bala. Nadie debe trabajar esclavizado, ni
explotado. ¿Cuál es nuestro deber?
¿Podemos financiar las medicinas de Malik, y creer que 'yo
ya hago lo que puedo'?
¿Podemos apadrinar niños, hacer compras de comercio justo,
comer en un Restaurante solidario en Extremadura y pensar que 'es muy difícil,
es cosa de los políticos acabar con el hambre"?
¿Podemos enviar un SMS, como propone UNICEF esta Navidad,
para combatir la desnutrición infantil y creer que estamos luchando contra el
hambre en el mundo?
A lo largo de la historia las corrientes solidarias trazaron
un recorrido que no podemos ignorar para responder a estas preguntas: en la vida
no podemos plantearnos lo posible - ¿Qué es lo posible?-sino lo necesario. Es
necesario un mundo sin empobrecidos, sin parados, sin niños esclavos. Es
necesario un mundo y una humanidad no salvaje. Pero mientras cada uno haga lo
posible (?) no hace lo necesario.
No es mucho suponer que todo el mundo conciba de sentido
común esta frase: 'amar al hermano es combatir las causas que le oprime' .
Todas las madres nos lo enseñan amando de esta manera cuand¿o caemos enfermos.
¿Se hace, se ama así, cuando al que sufre no le vemos? Combatimos la causa del
sufrimiento?
Entre junio de 2.010 y febrero de 2.011, otras 44 millones
de personas cayeron en la pobreza extrema solo a causa del incremento de los
precios de los alimentos. Un 75% de la inversión financiera en el sector
agrícola es de carácter especulativo.
Según J. Ziegler, los especuladores financieros son
criminales que han cometido crímenes contra la humanidad; sus acciones han
causado la muerte de millones de personas; deben de comparecer ante un nuevo
Tribunal de Núremberg.
Los europeos, que tan civilizados somos, hemos concedido
ayudas y garantías al sector financiero por valor de 4,6 millones de euros.
Esto son las ayudas reconocidas; si persiguiésemos el blanqueo de dinero en los
paraísos fiscales, el 'sector' perdería 200.000 millones de euros.
Por si quedase alguna duda, los fondos de inversión del
banco de Santander, posee acciones de 13 compañías armamentísticas. No hay duda
pues de que estamos ante una 'mafia criminal' que actúa a escala planetaria.
Nadie ignora que esta mafia asesina actúa con máxima
impunidad. Hay una fila de 'colchones" entre el desahuciado y el inversor.
Seguramente lo sabemos y por ello 'tiramos la toalla", nos auto
convencemos de que 'no se puede hacer nada' hasta convertir nuestro ideal de
Justicia en un donativo, en un paliativo.
La humanidad se muere de hambre y nos entregamos a una cura
paliativa del horror y la crueldad salvaje en nuestro mundo.
Es así como esta sociedad consumista responde a la crueldad
de la mafia: el mendiguismo es una creación de la sociedad capitalista.
¿Tenemos horizonte político? ¿Hemos caído en la trampa del
posibilismo? ¿Por qué no se persigue el crimen organizado?
En España, la recaudación del conjunto de los esfuerzos
'solidarios" para atender el hambre y sufrimiento de la injusticia,
representan económicamente una parte insignificante de los recortes, una parte
insignificante del rescate bancario, una parte insignificante del PIB, una
parte insignificante de las rentas del capital u n a parte insignificante.
Es este el horizonte que necesitan los empobrecidos? ¿Es
esta la esperanza?
La ilusión de que estas campañas son parte de la solución es
una creencia que hay que combatir. Lo que hacen es desviarnos de lo necesario.
Los colchones de corrupción (local, autonómica, nacional, internacional),
coronas de un sistema con corazón asesino, deben ser abatidos.
Y ello será así en la medida que los esfuerzos solidarios
ejecuten un plan común de lucha contra la corrupción. Romper las resistencias a
la democracia, es el gran quehacer político para que de esa forma, las
personas, todas las personas, puedan protagonizar su vida personal y colectiva,
y prescindir de la humillante limosna de lo que nos sobra.
Falsificar las acciones necesarias con la etiqueta de
idealistas es el señuelo de los que ya están bien como están.
Plantearse lo necesario es urgente, mucho más que las
tele-maratones. Paliar el hambre y combatir la desnutrición infantil en España
se podría realizar simplemente reduciendo 50 euros de los 390 €, con los que
cada español financia al Ministerio de la Defensa
Son causas políticas. Los políticos que gobiernan no tienen
voluntad política y tampoco el pueblo que representan. Y mientras las
tele-maratones se dediquen a recaudar alimentos, los políticos seguirán a sus
anchas. La mafia más. El hambre es un crimen político y es el primer problema
político.
Barcelona
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