La difusión de una cultura propia,
con sus medios propios, eje fundamental de la acción militante del movimiento
obrero.
Hace ahora 105
años, en 1907, apareció el primer número del semanario Solidaridad Obrera,
órgano de la organización del mismo nombre y que se convertiría en una de las
cabeceras más emblemáticas de la prensa obrera.
Desde los inicios
del movimiento obrero organizado, con aquel “frente a la ignorancia
libros y periódicos, frente a la Miseria, asociación” (lema de los obreros
españoles en la I Internacional), los pobres fueron conscientes de la
importancia vital que para su existir solidario tenían los libros y periódicos
obreros.
Sin la prensa
obrera hubiera sido absolutamente imposible la formación del la cultura y la
conciencia obrera, y sin ésta hubiese sido imposible la vertebración orgánica
de la clase, y de su acción liberadora de la sociedad. Sin el frente
cultural, no hubiera existido el movimiento obrero. Sin la prensa obrera
los trabajadores habrían estado sometidos a la influencia que sobre ellos
hubiera ejercido la prensa burguesa, seleccionando los flujos de noticias,
describiendo a su modo los acontecimientos en beneficio de los propietarios. La
prensa obrera, llegó a ser muy superior en número de cabeceras y en tirada a
los periódicos de la burguesía, llegando a publicarse simultáneamente más de
100 periódicos obreros.
El diario
era algo sagrado para los obreros. Era mantenido con cuotas, suscripciones, bonos de lucha,
paqueteros., nada de sub-venciones, sino toda clase de persecuciones.
En 1932,en
pleno Bienio “izquierdista” de la II República, el Solidaridad Obrera sufrió 32
suspensiones gubernamentales
¿Esa fue la
República de los trabajadores? Aquellos hombres y mujeres eligieron el largo y sacrificado
pero fecundo, camino de la cultura y la vida solidaria, frente al atajo fácil e
inmediato del asistencialismo, que castra la promoción de los pobres.
El primero
fomenta hombres libres, capaces de generar esperanza y liberación para los
oprimidos. El segundo crea personas dependientes, y por tanto, esclavas. La
ayuda del pan para hoy y hambre para mañana perpetua la miseria de los pobres, satisfaciendo
únicamente las conciencias atormentadas de los enriquecidos.
Por eso, hoy
como ayer, crear opinión pública solidaria con los empobrecidos es muchísimo
más importante que todo el dinero que se les pueda dar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario