sábado, 11 de enero de 2014

CULTURA Y PRENSA OBRERA


La difusión de una cultura propia, con sus medios propios, eje fundamental de la acción militante del movimiento obrero.

Hace ahora 105 años, en 1907, apareció el primer número del semanario Solidaridad Obrera, órgano de la organización del mismo nombre y que se convertiría en una de las cabeceras más emblemáticas de la prensa obrera.

Desde los inicios del movimiento obrero organizado, con aquel “frente a la ignorancia libros y periódicos, frente a la Miseria, asociación” (lema de los obreros españoles en la I Internacional), los pobres fueron conscientes de la importancia vital que para su existir solidario tenían los libros y periódicos obreros.

Sin la prensa obrera hubiera sido absolutamente imposible la formación del la cultura y la conciencia obrera, y sin ésta hubiese sido imposible la vertebración orgánica de la clase, y de su acción liberadora de la sociedad. Sin el frente cultural, no hubiera existido el movimiento obrero. Sin la prensa obrera los trabajadores habrían estado sometidos a la influencia que sobre ellos hubiera ejercido la prensa burguesa, seleccionando los flujos de noticias, describiendo a su modo los acontecimientos en beneficio de los propietarios. La prensa obrera, llegó a ser muy superior en número de cabeceras y en tirada a los periódicos de la burguesía, llegando a publicarse simultáneamente más de 100 periódicos obreros.

El diario era algo sagrado para los obreros. Era mantenido con cuotas, suscripciones, bonos de lucha, paqueteros., nada de sub-venciones, sino toda clase de persecuciones.

En 1932,en pleno Bienio “izquierdista” de la II República, el Solidaridad Obrera sufrió 32 suspensiones gubernamentales

¿Esa fue la República de los trabajadores? Aquellos hombres y mujeres eligieron el largo y sacrificado pero fecundo, camino de la cultura y la vida solidaria, frente al atajo fácil e inmediato del asistencialismo, que castra la promoción de los pobres.

El primero fomenta hombres libres, capaces de generar esperanza y liberación para los oprimidos. El segundo crea personas dependientes, y por tanto, esclavas. La ayuda del pan para hoy y hambre para mañana perpetua la miseria de los pobres, satisfaciendo únicamente las conciencias atormentadas de los enriquecidos.

Por eso, hoy como ayer, crear opinión pública solidaria con los empobrecidos es muchísimo más importante que todo el dinero que se les pueda dar.

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